La visión es uno de los
5 sentidos (vista, oído, olfato, gusto
y tacto) y tal vez sea el sentido más importante ya que el 80% de
la información que recibimos entra a través de los ojos y nos referimos no sólo
a las imágenes sino también a todas las sensaciones que les acompañan. De
hecho, si alguno de los otros sentidos (por ejemplo, el gusto o el olfato) deja
de funcionar, el de la vista es el que mejor puede sustituirlos. El sistema
visual afecta al aprendizaje, al comportamiento y por supuesto influye en
nuestra manera de ver el mundo. Si la visión es tan importante para afrontar el
mundo que vemos cómo no iba a ser importante este sentido para los artistas.
El arte (del latín ars) es un concepto que engloba todas las creaciones realizadas por el ser
humano para expresar su visión
del mundo, ya sea real o imaginario; el arte permite expresar ideas, emociones,
percepciones y sensaciones. De esta manera, cualquier patología que afecte a la
visión de un artista afectará a su manera de interpretar el mundo.
Existen muchas historias sobre las
patologías oculares que han sufrido los artistas de todos los tiempos; no se
sabe si es cierto el astigmatismo de El Greco, si Van Gogh sufría una extraña
afección que alteraba la percepción de los colores, aunque sí está
demostrado que Turner sufrió de cataratas y de ahí su tendencia hacia colores como el rojo y el marrón
o la progresiva pérdida del detalle en sus pinturas, a medida que su vista empeoraba.
Pero la leyenda más extendida es la que cuenta que los pintores impresionistas
eran todos miopes. Se encuentran documentadas las miopías de Monet, Renoir, Cézanne, Degas y Matisse, aunque además de la miopía algunos sufrieron otras patologías oculares.
Amapolas
por Claude Monet, (París, Francia, 1840-1926) |
La miopía
es un defecto de refracción, es decir, el ojo no refracta la luz adecuadamente
para ver las imágenes con claridad; provoca dificultades para enfocar bien los
objetos lejanos, los objetos cercanos se ven claramente, pero los distantes se
ven borrosos. Por tanto, no es tan absurdo pensar que los impresionistas fueran
unos grandes miopes.
El movimiento plástico
impresionista se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XIX en Europa,
caracterizado, a grandes rasgos, por el intento de plasmar la luz y el
instante, sin reparar en la identidad de aquello que la proyectaba. Es decir,
si sus antecesores pintaban formas claras y con identidad, los impresionistas
pintarán el momento de luz, la impresión, el destello, todo lo que hay más allá de las formas.
Según un estudio del
oftalmólogo australiano Noel Dan, publicado en el Journal of Clinical
Neuroscience en
2003, los paisajes borrosos,
la falta de detalle y la viveza de colores en los cuadros de algunos pintores
impresionistas podrían ser un problema de visión más que una interpretación
particular del artista. "Sabemos que muchos pintores de esa época eran
miopes: Monet, Degas, Renoir, Cézanne, Pissarro, Matisse, Rodin,
entre otros... El origen del impresionismo podría estar relacionado con la
miopía, lo que podría haber degenerado en una visión particular y común del
mundo"
Por otro lado, Michael F. Marmor, profesor de Oftalmología de
la Universidad de Stanford, publicó en The Archives of Ophtalmology en
2007 un experimento que sostiene que los cambios de estilo que Degas y Monet
acusaron en sus últimos años no responden a una evolución hacia el arte
abstracto o expresionista, como defienden muchos críticos de arte, sino a las
afecciones oculares que sufrieron con la edad. Degas tuvo una degeneración
macular que le nublaba la vista, Monet sufrió cataratas. "Su época más
abstracta coincide con los años en los que veía tras el filtro borroso y
amarillento de la enfermedad", dice el científico. "Tras ser operado,
volvió a su estilo anterior".
José Manuel Benítez del
Castillo Sánchez, oftalmólogo y catedrático en la Universidad Complutense,
realizó en 2009 un interesante discurso de ingreso en la Academia de San
Dionisio de Jerez bajo el título: "La oftalmología y el arte de la pintura,
o cómo afectaron en los grandes pintores las patologías del ojo y cómo lo
compensaron en sus obras” y declara que “algunos
impresionistas eran miopes, pero el impresionismo no es el pintar de los
miopes, sino un movimiento artístico que quería llevar al lienzo sensaciones,
no meras realidades…”
¿Cómo hubieran pintado
hoy estos impresionistas? ¿Se hubieran operado con la técnica Relex
Smile para ver con más claridad o hubieran preferido
seguir viendo y reflejando una realidad distinta? ¿Cuánto hay de problema
visual y cuánto de estilo propio, en sus maravillosas obras?
(Documentación: Diario El País 3-5-03/ 17-5-07.
Diario de Jerez 2-8-09)
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