Decía Platón que cada lágrima enseña a los mortales una verdad...
¿Sabías que existen tres tipos de lágrimas? Lágrimas basales, lágrimas
reflejas y lágrimas psíquicas de llorar o sollozar… ¡Ay, las lágrimas! ese
líquido producido involuntariamente la mayoría de las veces por tristeza, por
alegría, por dolor o por emoción tienen una función muy importante y no nos
referimos solamente a ser parte importante de poemas y canciones de amor; las
lágrimas son parte de un proceso corporal para limpiar y lubricar el ojo, intervienen
en la óptica ocular y en el normal funcionamiento del globo ocular y de sus
estructuras. Cualquier alteración de la lágrima influye en la agudeza visual y
en la calidad de nuestra visión; son necesarias para lubricar los
ojos y para eliminar partículas y cuerpos extraños. ¡Una película lagrimal sana
en el ojo es necesaria para una buena visión!
Las funciones de las lágrimas son muchas: distribuyen el oxigeno en
nuestros ojos, se adosan como una lente que junto con la cara anterior de la
córnea forman una superficie con dioptrías por lo que la función óptica se trastorna
al alterar la película lagrimal. Las lágrimas también tienen una función
bacterioestática ya que por la lisozima y la gammaglobulina de la que constan,
alteran y deshacen las paredes de las bacterias. Gracias a su función
lubricante impiden la desecación de la córnea. Otras funciones secundarias y no
por ello menos importantes son la de ser foto-absorbentes por lo que absorben parte de los rayos ultravioletas de
la luz solar; otra función es la de humectación nasal ya que si se retirara el
saco lacrimal se provocaría sequedad nasal y una función protectora ya que la
lágrima arrastra pequeños detritos y cuerpos extraños con el parpadeo.
Los ojos secos se desarrollan cuando el ojo es incapaz de mantener una capa
saludable y aceptable de lágrimas. Las causas para que esto ocurra pueden ser
muy diversas y se pueden presentar en personas que tienen buena salud, bien es
cierto que se vuelve más común con la edad y que la causa principal son los cambios
hormonales. Otras causas comunes de sequedad en los ojos son el ambiente o
sitio de trabajo seco debido al viento o al aire acondicionado, la exposición
al sol, el tabaquismo o permanencia en ambientes de fumadores, los medicamentos
para el resfriado o las alergias…
El ojo seco también puede ser causado por causas más graves o agresivas
como excesivo calor aplicado en el ojo, quemaduras químicas, cirugías en el ojo
o un raro trastorno auto-inmunitario llamado síndrome de Sjögren en el que las
glándulas que producen las lágrimas son destruidas.
Los síntomas de la patología del ojo seco pueden abarcar visión borrosa,
ardor, picazón o enrojecimiento, sensación arenosa o abrasiva e incluso
sensibilidad a la luz.
Para diagnosticar correctamente una patología de
ojo seco es necesario realizar una serie de pruebas y exámenes que deben abarcar
diversos parámetros como comprobar la medición de la agudeza visual, examen completo
con lámpara de hendidura, tinción de diagnóstico de la córnea y la película
lagrimal, medición del tiempo de ruptura de la película lagrimal (TRL), medición de la tasa de producción de
producción de lágrimas (prueba de Schirmer) y medición de la concentración de
las lágrimas (osmolalidad).
El primer paso en el tratamiento de la patología de ojo seco son las
lágrimas artificiales. Las gotas deben
usarse de 2 a 4 veces al día y si los síntomas no mejoran puede que haya que
cambiar de marca (existen diversos tipos de gotas en el mercado) o aumentar el
uso de las mismas, otros tratamientos pueden abarcar la ingesta de aceite de
pescado de 2 a 3 veces al día y usar gafas de protección o lentes de contacto
que conserven la humedad. En caso graves algunos medicamentos como Restasis,
corticosteroides tópicos y tetraciclinas y doxiciclinas orales también resultan
efectivos así como diminutos tapones colocados en los conductos de drenaje
lagrimal para que la humedad permanezca en la superficie del ojo durante más
tiempo.
La persona que padece ojo seco puede tomar algunas medidas útiles para paliar
esta patología como puede ser no fumar y vitar recibir el humo indirecto de
otros fumadores, no exponerse al viento directo y al aire acondicionado,
utilizar un humidificador especialmente en el invierno, reducir los
medicamentos para la alergia y el resfriado (que pueden resecar aún más los
ojos y agravar los síntomas). Es muy interesante intentar parpadear más a
menudo y descansar la vista todo lo posible. Limpiar regularmente las pestañas
y aplicar compresas calientes también puede mejorar mucho los síntomas.
La mayoría de las personas con el síndrome del ojo seco presentan sólo
molestia, pero no pérdida de la visión. En casos graves, la cubierta
transparente del ojo (córnea) puede resultar dañada o infectada. Lo mejor es
huir del auto-diagnóstico y de la auto-medicación y consultar con su
oftalmólogo de confianza. Debe llamar o acudir inmediatamente al médico si
tiene dolor o excesivo resecamiento, si presenta descamación, secreción o
llagas en el ojo o en el párpado, si ha tenido una lesión previa en el ojo o el
párpado caído, si aparece inflamación o rigidez articular y resequedad en la
boca junto con síntomas de ojo seco y sobre todo si sus ojos nos mejoran con
los cuidados habituales al cabo de unos días.
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