Los niños cada vez dedican más tiempo a actividades en las que se realiza un
gran esfuerzo en visión cercana, como la lectura, ver la televisión, trabajar
con el ordenador o jugar con la consola. Esto está produciendo un incremento de
escolares miopes. Sabemos que la causa de la miopía es multifactorial, donde
juegan un papel el factor hereditario y el incremento de las actividades de
cerca, pero según unos estudios recientes, se considera que el más importante
de estos factores es simplemente la falta de luz solar.En muchos casos, las malas notas o el desinterés por
las asignaturas no son consecuencia de la apatía de los estudiantes, sino de
algún defecto visual que les impide seguir el ritmo de las clases, atender a
las explicaciones de la pizarra, leer con rapidez y comprensión y estudiar
cómodamente, con el consiguiente lastre para su aprendizaje.
OJO VAGO
El diez por ciento de los niños españoles padece
ambliopía, o también conocido como “ojo vago”, pero la mitad de ellos no está
tratado, debido al desconocimiento por parte de sus padres. De ahí radica la
importancia de las revisiones periódicas, ya que la detección precoz de este
problema es determinante para el éxito del tratamiento.
Puesto que la ambliopía es la pérdida parcial de
visión en uno de los dos ojos, la solución consiste en entrenar a ese ojo vago
para que logre ver nítidamente a cualquier distancia. Para ello, se tapa el ojo
bueno con un parche forzando así al ojo vago a trabajar. Pero además, se pueden
utilizar lentes compensadores y un completo programa de entrenamiento visual
con ejercicios específicos para lograr que el ojo ambliope iguale las funciones
del ojo normal.
SIGNOS DE ALARMA
Frunce el ceño, guiña los ojos para mirar de lejos o
de cerca.
Se le irritan los ojos cuando escribe o lee, le
escuecen y se frota los párpados con frecuencia.
Se queja habitualmente de dolores de cabeza.
Tropieza con facilidad, consecuencia de la deficiencia
en la sensación de profundidad.
Comete muchos errores al copiar palabras de la
pizarra.
Tiene baja comprensión de la lectura para su edad.
Tiene excesiva sensibilidad a la luz.
Evita actividades que requieren visión de cerca, como
leer o hacer los deberes, o visión de lejos, como el deporte u otras
actividades de ocio.
Suele sentarse demasiado cerca de la tele o se
aproxima mucho a los libros.
PREVENCION
Expertos
de la Academia Americana de Optometría, en los Estados Unidos, alertan que una
visión deficiente en la etapa escolar frena significativamente el aprendizaje y
aumenta el estrés en los niños afectados, circunstancias que, si no se ponen
medidas, pueden llevar a un fracaso escolar
Cuando
ciertas habilidades visuales no se han desarrollado por defectos de refracción
no compensados, el aprendizaje es difícil y aumenta el estrés general de los
niños, que normalmente evitan la lectura y otras tareas de visión de cerca
tanto como sea posible; tratan de hacer los deberes de todos modos, pero con un
bajo nivel de comprensión o de eficiencia, o experimentan malestar, fatiga y
poca capacidad de atención.
Los
problemas de visión no detectados y no compensados pueden provocar algunos de
los mismos signos y síntomas comúnmente atribuidos al TDAH. Debido a estas
similitudes, algunos escolares pueden estar con un tratamiento de TDAH cuando, en
realidad, tienen un problema de visión que no ha sido detectado.
CONCLUSION
“Debido
a que con frecuencia la agudeza visual puede cambiar durante los años escolares
es importante que regularmente, al menos una vez al año, se lleven a cabo
exámenes visuales por parte de ópticos-optometristas en donde se descarten
problemas refractivos como miopía, hipermetropía o astigmatismos; anomalías de
la visión binocular, como los estrabismos, o la ambliopía, popularmente
denominada ojo vago".
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