jueves, 1 de septiembre de 2016

Para la vuelta al cole que la mala visión no les pese tanto como la mochila...

Volver al colegio es un momento muy esperado para la mayoría de los niños. Y para muchos padres. Llega septiembre y ya comenzamos a preparar la vuelta al cole: el uniforme, las zapatillas de deporte, los libros, el material escolar... ¿Preparas también la vista de tus hijos? Es fundamental planificar una revisión ocular antes del comienzo de las clases de forma que el niño rinda de una manera óptima desde el primer día. La preparación para la rutina escolar debe ser completa y no está de más que incluya una revisión médica.

Muchos padres desconocen los problemas de visión de sus hijos y para detectarlos a tiempo es fundamental extremar la observación de los más pequeños de la casa: cómo ven la televisión, cómo leen, cómo dibujan, si hacen algún moviento extraño con los ojos o con la cabeza, si lagrimean, si tienen los ojos rojos ... todos estas señales nos pueden dar muchas pistas sobre cómo es la visión de los niños. No debemos olvidar que el 80% de lo que aprenden lo hacen a través de la vista, mientras antes detectemos los problemas antes podremos solucionarlos, cuando nacemos nuestro sistema visual no está maduro y evoluciona de forma gradual hasta los 7 u 8 años de edad.

En algunos casos, una vez detectados los problemas oculares, entre los 8 y los 12 años se puedan encontrar casos en los que la miopía se desarrolla a una velocidad no deseada. Suelen ser casos donde es probable que los padres tengan precedentes en el desarrollo de este defecto refractivo. En ese caso se hace necesario realizar trabajos de "Control de Miopía". Existen casos muy extendidos en el mundo como en el caso de Taiwan, donde el porcentaje de niños miopes va avanzando cada año. Es importante saber que la miopía severa es un problema de salud  importante porque además de producir discapacidad visual, está también relacionada con un mayor riesgo de desprendimiento de retina.

El Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas advierte cada año que uno de cada cuatro niños en edad escolar sufre algún problema de visión sin diagnosticar, y que alrededor del 30 por ciento del fracaso escolar está relacionado con anomalías visuales. Sólo el 27% de las revisiones que se realizan en España corresponden a menores de entre 5 y 10 años, esta cifra es muy baja y según un estudio realizado por Federópticos los reconocimientos se incian tarde, dejando pasar edades en las que el esfuerzo visual requerido es importante (en esa edad, la hipermetropía representa un 75% de la población). Lo más aconsejable es realizar un examen optométrico anual completo para detectar el 100% de los posibles problemas visuales. Las cifras avalan la necesidad de revisiones oculares ya que un 30% del fracaso escolar está relacionado con problemas en la visión, un 25% de los niños sufre algún problema visual como miopía, ojo vago o hipermetropía y el 50% de los niños que necesitan gafas no han sido diagnosticados. La Academia Americana de Oftalmología también enfatiza la importancia de una vista sana para el éxito académico. La buena vista y la salud ocular general son vitales para el aprendizaje. 

La Academia Americana da una serie de consejos muy interesantes que confirman lo recomendado por el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas:
1- Además de las revisiones iniciales en los bebés, la Academia recomienda una revisión en la edad preescolar y al entrar en el colegio. Estas revisiones luego deben ser periódicas para llevar un control exahustivo de la evolución ocular de los más pequeños.
2-Es aconsejable conocer y comunicar al oftalmólogo los antecedentes de salud ocular de la familia. Todo el mundo debería averiguar si en su familia hay afecciones oculares. Los padres deben comentar esta información con la persona que lleve a cabo la revisión siempre que sea posible. Entre los ejemplos de afecciones oculares frecuentes se incluyen la miopía, el estrabismo, el ojo vago...
3- Los padres deben estar alertas para detectar síntomas que podrían indicar que existe un problema, como por ejemplo cansancio ocular, dolores de cabeza, desviación del ojo. Otros síntomas que deben observarse son una coloración blanca o grisácea en la pupila, ojos que  no pueden seguir el movimiento, desviaciones...etc.
4- Cuidado y precaución con la práctica deportiva, puede incluso considerar el hacerles unas gafas protectoras certificadas.
















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